Censo de Necesidades Ambientales

AGROECOLOGÍA Y RECAMPENIZACIÓN

La región central de Puerto Rico debe apostar a la agroecología y a la recampenización según expresaron los participantes del Conversatorio de Necesidades Ambientales de la Región Central que realizó la Asociación Nacional de Derecho Ambiental (ANDA) en Casa Pueblo en Adjuntas el 28 de febrero.

En la isla se han favorecido modelos de agricultura que no responden a nuestra realidad ecológica y funcionan en detrimento del desarrollo socioeconómico. Según los participantes, hay que rescatar el conocimiento agrícola tradicional de Puerto Rico y fomentar la recampenización. Es decir, crear procesos de desarrollo local sustentables fundados en una tradición campesina recreada en el contexto contemporáneo.

Pero el conocimiento tradicional está en riesgo porque se la ha dado mayor importancia a modelos agroindustriales mientras que se menosprecia al campesino puertorriqueño. Hay que darle valor a la experiencia y a la tradición agrícola de Puerto Rico. “Nos toca ser puente entre un conocimiento tradicional” hacia el futuro y “rescatar lo que nos sirve para una sostenibilidad”, dijo Nelson Álvarez Febles, investigador y escritor sobre agroecología.

Los campesinos siempre “han estado marginados, no se les ha dado el mérito” que se merecen, opinó Gladys Nazario, profesora de la Universidad de Puerto Rico, quien reside parte de su tiempo en Utuado.

Aimeé Montoya Rivera, residente de Aguada, enfatizó el rol de los medios y las redes sociales en rescatar y diseminar el conocimiento agrícola tradicional, o de lo contrario esa información va a desaparecer.

Nazario alertó sobre la falta de educación en algunas comunidades. “Aquí viene alguien con estudios y los convence de que van a hacer algo que va a significar algo bueno para el pueblo”. Sin educación, explicó, esas personas no van a saber el impacto directo de cualquier proyecto. “Me preocupa la vulnerabilidad” de las comunidades.

José Abreu, residente de Utuado, dijo que es importante diversificar los cultivos. “No podemos seguir estancados y agarrados del café y los guineos. Eso no nos va a dar alimento”. Propuso encontrar espacios para que los residentes de la montaña y los que están interesados en mudarse a la región puedan ver cómo se puede cambiar la agricultura y hacerla más fácil. Hay mucha gente que por “falta de educación no tiene una idea de qué es lo que se puede hacer y cómo se puede hacer”.

También hay que hacer cambios de infraestructura para que los jóvenes interesados en la agricultura puedan establecerse en la montaña. “La gente se quiere ir a vivir al campo, pero tienen que tener una escuela buena. Y ese es uno de los dilemas que yo tengo a nivel personal” dijo Salvador Coleman Tió, abogado experto en agroecología.

A Salvador Rivera López, residente de Adjuntas, le preocupa la noticia sobre la disposición de cenizas de la incineradora propuesta en Arecibo. Las cenizas se transportarían a Peñuelas a través de Utuado y Adjuntas. “Esas cenizas se van a regar por doquiera. Esas cenizas son peligrosas. Este pueblo tiene muchas aguas [que] se van a contaminar. Los suelos se van a contaminar. ¿Dónde va a parar la agricultura? Y es preocupante”.

El uso de herbicidas y la experimentación con transgénicos también salieron a relucir en la discusión.

Como estrategias de lucha, los participantes resaltaron la desobediencia civil, las acciones políticas en foros públicos, la educación para realzar la figura del campesino y la tradición agrícola puertorriqueña, y los esfuerzos colaborativos con científicos y universidades para documentar impacto en la salud y el ambiente.

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